• Dame pelota

– Chicos, me es muy difícil expresar con palabras como me duele esto, pero igual quería hablarles, lo único que les pido es que no me mientan. Al principio pensé que solamente yo notaba la situación incómoda que se había instalado entre nosotros, pero con el tiempo descubrí que ustedes veían lo mismo. ¿Qué le pasa conmigo a este pibe? En una de esas él cree que me falta pasión para jugar ese juego, cosa que dudo realmente… La verdad es que cuando se presenta una chance para cambiar las cosas y demostrar que podríamos ser una dupla soñada, por alguna inexplicable razón, nunca lo sé aprovechar. Aunque lo busco y me le acerco no hay caso: no me da pelota, no me tira un pase ni de casualidad… Séanme sinceros, ¿tan mal juego al fútbol?

• Ver para creer

¿Que clase de fijación extraña tengo con esta historia que no deja de sonar en mi cabeza? cada vez le creo más a Bécquer, los demonios tienen que tener ojos verdes..

«La noche comenzaba a extender sus sombras; la luna rielaba en la superficie del lago; la niebla se arremolinaba al soplo del aire, y los ojos verdes brillaban en la oscuridad como los fuegos fatuos que corren sobre el haz de las aguas infectas... Ven, ven... Estas palabras zumbaban en mis oídos como un conjuro. Ven... y el hombre misterioso la llamaba al borde del abismo donde estaba suspendido...»

• Instrucciones para protestar..

En primer lugar, debe encontrarse una razón, motivación, propósito o estímulo para llevar a cabo la manifestación o como vulgarmente se lo llama “protesta”. En nuestra sociedad, esto no debería de ser difícil de hallar ya que están a la orden del día injusticias e infortunios múltiples. Una vez que consiga una causa que lo convenza, tómese un tiempo para informarse al respecto, tenga en cuenta que si las protesta es exitosa diversos medios masivos de comunicación deberían aparecer y usted podría ser sometido a una entrevista con mayores o menores intenciones de ponerlo en evidencia, así que debe estar preparado.

El siguiente paso es conseguir personas afines a su línea de pensamiento. Uno de los requisitos, si no el más importante, de la manifestación es la masividad de la convocatoria que condiciona notablemente el éxito de la misma. Es cierto que “muchas manos en un plato hacen mucho garabato” pero en este caso particular de conciencia ciudadana, el garabato nos viene como anillo al dedo. Sírvase de los medios a su alcance para conseguir adeptos a su ideal: volantes, e-mails, blogs, charlas mientras se pasea al perro, en la cola del supermercado o pancartas. A propósito de lo último, tómense en cuenta las siguientes advertencias, por un lado sea conciente del público al que se dirige, ya que no sería inteligente o seguro buscar apoyo en un sector de ideología abiertamente contraria. Por otro lado, sepa respetar la propiedad pública (si no recuerda el significado de “respeto” le recomiendo el diccionario de la Real Academia Española, ya que es muy probable que ninguna concepción del imaginario popular pueda llenar completamente el significado de esta palabra. No se sienta mal si esto sucede, muchas personas olvidaron su significado primero y por eso usted tiene la oportunidad de protestar).

Cuando se dé por satisfecho con el apoyo encontrado prosiga a planificar el evento. Tenga en cuenta el carácter fundamental de este paso, ya que una manifestación desorganizada puede desencadenar en un verdadero cataclismo. El emplazamiento físico donde tomará lugar debería ser de público acceso y al aire libre, si es frente a un símbolo importante del poder hegemónico, mejor. Cualquier locación de difícil acceso o menor a 1 (una) manzana sería un error. La hora de la concentración debe tener en cuenta varios factores como la ubicación geográfica y el sentido común (si este le indica que el momento propicio es entre la 21hs. y las 8hs. tenga la amabilidad de transmitir la organización a alguien más)

Proceda también a poner en marcha su creatividad con la creación de carteles que expresen su punto de vista de forma imperativa. No olvide llevar a la protesta todo elemento casero que tenga para llamar la atención de transeúntes y responsables de la injusticia pertinente. Para este propósito, prácticamente todo es útil: bombos, cornetas, tapas de ollas, cacerolas y diversos utensilios culinarios como recursos más creativos y accesibles. Es importante que tampoco olvide llevar un banquito, cuyo uso explicaremos más adelante.
Ahora sí, con todo dispuesto, diríjase al lugar convenido para la concentración con los otros manifestantes. Dé por comenzada la jornada protestal entonando coros de melodías pegajosas que expresen sus ideas y sentimientos. En esta etapa entra en juego la creatividad de los particulares, si bien la medida por excelencia es el desempeño de su propio trabajo pero en la vía pública, las posibilidades son infinitas. Sea consecuente, por ejemplo, es susceptible de burlas y poco creíble cualquier manifestación contra la inseguridad en la que se produzcan enfrentamientos.


De noticia a los medios masivos de comunicación y entienda que si estos no arriban al lugar de los hechos no se debe a ningún tipo de estrategia de ocultamiento o maniobra política, sencillamente existen hechos de mayor importancia para publicar o emitir. La protesta promedio dura de 30 minutos a 3 horas. Finalizado este tiempo, sea tan amable hacer uso del banquito antes mencionado (podría ser reemplazado por una reposera de playa o silla de jardín fácil de transportar). Proceda a depositarlo a aquel lugar donde el acto ciudadano tuvo lugar y dispóngase a esperar la respuesta más o menos rápida a sus demandas.